30 de noviembre de 2011

Contra el mal de ojo.



Tijeras abiertas

Cuando por la noche nos sintamos desvelados o nuestro cuerpo pesado o al levantarnos nos encontremos afectados de verdadero agotamiento con la boca seca, e incluso sintamos en la habitación algún extraño olor, esto puede significar que alguien nos hace MAL DE OJO.
Una manera fácil de acabar con ello, o por lo menos poder dormir tranquilo por las noches, consiste en poner debajo de la cama unas tijeras, a poder ser con buenas puntas, abiertas que miren hacia los pies.

Velas mariposa
En las cererías venden unas pequeñas velas conocidas como mariposas y que se usan para supuestamente dar "luz" a los fallecidos. Será con estas pequeñas velitas con las que vamos a trabajar.
Pondremos una taza con aceite y agua, mejor si el aceite es de raíz de mandrágora o alguna otra raíz poderosa. Sobre el aceite situaremos tres de estas velitas separadas entre si por unos palitos o mondadientes, de manera que formen un triángulo y una vez obtenida dicha figura geométrica, pondremos en el mismo centro del triángulo una cebolla.
Esta taza con sus correspondientes ingredientes, debe estar situada en un lugar importante de la casa, sea dormitorio, comedor o cocina, y debe mantenerse iluminada durante siete días consecutivos, cambiando las velas cuando corresponda.
A los siete días, las fuerzas negativas desaparecerán
.
Imanes contra el mal de ojo
En el sur de Europa, principalmente en Italia, la gente hace los "cuernos" cuando se cree atacada por el mal de ojo, y de esta antiquísima tradición mágica nació la creencia del poder que tiene la herradura, pues nos recuerda un par de cuernos.
Pues a partir de aquí, veremos que un poderoso elemento para contrarestar estos ataques, son los famosos imanes en forma de herraduras, los que antiguamente se llamaban "Pujoles".
En caso de padecer mal de ojo, puede llevarse uno de ellos en el bolsillo, o si el ataque es a nivel familiar, poner varios repartidos por la casa, siempre con las puntas mirando hacia fuera.
Cuanto más fuerte es el poder del imán, más poderoso será el acto defensivo.

Si sabemos quién nos hace el mal de ojo
En el caso de saber quién nos está haciendo el mal de ojo, siempre podemos regalar un hueso de aguacate, muy fácil de conseguir en cualquier mercado, y encerrándolo en una bolsa de tela negra junto a una Cruz de Caravaca, decir cerca de él::
¡Que Dios te ampare y de mí te separe!
Podemos también cargar una imagen religiosa de manera que nos prevenga de este tipo de ataque, así recomendamos el siguiente ritual:
Cogeremos una imagen de Santa Lucía, le echaremos algunas gotas de agua bendecida y recitaremos durante cuatro noches seguidas la siguiente oración:
"En el nombre de Dios, te invoco Santa Lucía,
para que parte de tu poder me ayude a superar el mal que sufro,
que la persona que me quiera mal, y me produzca malestar, le hagas ver su maldad por tus santísimos ojos, y de la misma manera, que quien amor me quiera, mucho más amor reciba".

Seguidamente haremos tres veces ese signo tan magnífico que es la señal de la cruz.

LA HIGA CONTRA LA DEFENSA DEL MAL DE OJO
La famosa higa, que se hace con los dedos, es otra forma de defenderse del mal de ojo, y en muchos lugares las gentes llevan higas colgando del cuello o de las pulseras. La higa tiene mayor poder si ha sido obsequiada. En el caso de duda sobre si existe un mal de ojo, podemos hacer una prueba muy curiosa y decisiva:
Se cogerán tres velas, una verde, otra azul y la tercera roja.
Se pondrán sobre un papel blanco con el nombre de la persona que creemos que nos hace el mal de ojo, y seguidamente y de forma instantánea, encenderemos con una misma cerilla de madera, las tres velas.
Si la que se quema primero es la roja, siendo la primera en quedar consumida, es seguro que existe un ataque psíquico o mal de ojo, si por el contrario es cualquiera de las otras dos, se puede dar por olvidado el mal de ojo, y si las tres se consumen a la vez, que aunque parece ser lógico casi nunca sucede, es que próximamente recibiremos una mala noticia.

PUERTA CERRADA AL MAL DE OJO
Para evitar que un maleficio o un mal de ojo pase por la puerta que da entrada a nuestro hogar, es conveniente rociar de buena mañana la puerta del piso con vinagre puro de vino, y tras dejarlo tres horas, lavar el suelo con agua y jabón.
El vinagre puro es un buen defensor del hogar si se emplea debidamente.
Para combatir el mal de ojo también es muy acertado, ya lo hemos comentado antes, el poner tras la puerta de la casa una herradura SIEMPRE boca abajo.
En la actualidad se comercializan unas que se las conoce como herraduras de la suerte.
Si el ataque de mal de ojo, coincide con la festividad de San Cipriano, o sea el 16 de septiembre, haremos en el jardín o en el balcón de nuestra casa un amontonamiento de piedras, y seguidamente recitaremos esta oración:
"Por el santo San Cipriano, si alguien me quiere mal,
que sufra lo mismo que me desea, con su propia mano".

Acto seguido se golpeará el amontonamiento de piedras que al caer simbolizarán la caída de nuestro supuesto enemigo. Este ritual no lo recomendamos ya que pedimos para que la ley de Talión de ojo por ojo y diente por diente surja efecto, y en general al utilizarlo aparecen resultados muy divergentes que logran confundir al sujeto oficiante, sin embargo hemos querido citarlo únicamente por la antigüedad que se le concede.
También en el siglo I de nuestra Era se hacía este mismo ritual pero se invocaba a San Cornelio, que celebra su festividad el mismo día que San Cipriano.
Si por cualquier razón hemos de viajar durante varios días y estamos sufriendo de mal de ojo, es interesante que nos llevemos un buen protector, sea un imán (pujoles) o incluso en alguna ocasión un saquito con hierbas (todas ellas fáciles de conseguir) silvestres, como el espliego, la mejorana, flor de canela, clavo, etc.). También sirven los famosos "ojos de fátima" que se venden en tiendas especializadas y que algunos árabes utilizan como protección (cuidado, no confundir con la mano de Fátima).
Esta forma de ataque psíquico se realiza en parte con el poder de la mente de nuestro enemigo, que generalmente nos odia a través de su envidia o celos, por lo que una vida recta, sana y ordenada así como la fe en nuestro propio poder mental, serán nuestra mejor defensa.
Recordemos que en muchas ocasiones el mal de ojo deja una secuela aunque éste haya sido vencido. En estos casos lo más recomendable son los baños de descarga realizados con un gel, o bien sales para la limpieza del astral, que uno mismo puede adquirir en algunos establecimientos comerciales especializados. En caso de no querer usar baños de descarga, podemos utilizar la famosa solución de echar pétalos de rosa en el agua del baño, al igual que se hacía en la antigüedad, debido a que la rosa ha sido siempre considerada una planta sagrada, y ponemos como ejemplo la veneración que hacia esta preciosa flor sentían los Templarios.
Ramon Plana L. y Miguel G. Aracil