21 de noviembre de 2011

¿Que se encuentra el “suicida” después de su muerte?

El suicida es un Espíritu cobarde e ignorante que huye a los compromisos adquiridos en la Espiritualidad, como medio de rescate de su propio pasado; destruyendo un cuerpo que no le pertenece, ya que es una obra de Dios, un instrumento puesto al servicio del hombre para su propio progreso y, huyendo a los compromisos de rescate, lo único que consigue es, agravar sus deudas  con las leyes sabias e inmutables de Dios; teniendo que volver a reencarnar de forma más precaria que la vez anterior, con el fin de saldar las deudas que su propia conciencia le reclama, a fin de hallar la paz que todos anhelamos y necesitamos.
Una vez muerta la persona,se irá encontrando paulatinamente con seis grandes chascos que se podrían resumir de la siguiente manera.
El primer chasco… El suicida al quitarse la vida tenia la idea de  sacarse de encima los problemas con tan cobarde acto,pero resulta que lejos de no sentir nada,se reconoce vivo estando fisicamente muerto,el sufrimiento es mucho peor que antes de suicidarse,se siente solo y deprimido y la locura  comienza a adueñarse de su alma.
El segundo chasco…El suicida según el tipo de asesinato que eligió y los motivos que le desembocaron a ello, sufre un desenlace u otro,siendo el ahorcado, por ejemplo, que padecerá la asfixia constante por falta de oxígeno.
El que se arrojó al agua intencionadamente, sentirá por mucho tiempo, como las aguas penetran e inundan sus pulmones,al mismo tiempo que bracea y patalea en acción refleja, sin conseguir irse a ninguna parte.
Si recurrió a algún veneno o a los barbitúricos,sentirá quemar sus entrañas,mientras desciende por su cuerpo las sustancias de una forma tal, que pedirá a Dios, lo fulmine con el fin de dejar de sufrir.
Si acabó su vida con un tiro en la cabeza, será la bala que va penetrando las capas de su cerebro de forma constante y lenta, percibiendo como va destrozando cada fibra íntima, repercutiendo los dolores agudos al mismo tiempo que la herida no deja de sangrar.
Al que se arrojó a algún vehículo en marcha o a las vías del tren, será la visión de sus carnes despedazadas, las que constantemente le martiricen el cerebro, percibiendo el triturar de sus huesos y el desgarramiento de su cuerpo.
Sea cual sea la forma de suicidio, lo único que encuentra el suicida, es horror y desespero. La vida no se extingue jamás; la persona siente esa sorpresa que no esperaba y padece las más altas cotas de sufrimiento que  parece no tener fin jamas, lo que le aumentará su desesperación.
El tercer chasco…Pasado el largo tiempo de sufrimiento (años enteros sin dormir ni descanso pues el espíritu no tiene necesidades físicas),entra en el ciclo de regeneración del periespiritu en hospitales como los terrestres,pero con médicos que trabajan en la curación del cuerpo astral del paciente,la poca libertad que dispone le permite conocer el deplorable estado en el que se encuentra,el tiempo perdido en una vida desaprovechada,el dolor que aun debe pasar para reparar el error de suicidarse,se siente cansado,sediento,abatido,angustiado,derrotado y comienza a intuir que solo tiene una salida para acabar con semejante cautiverio.(revivir la misma experiencia que le indujo al suicidio)
Cuarto chasco…El ya arrepentido suicida sabe que ha de volver a reencarnar en una experiencia que le lleve exactamente al mismo punto donde tomo la decisión de suicidarse en su anterior encarnación,el temor a  fracasar y tener que volver a experimentar los mismos sufrimientos,es terrible,delirante,la realidad supera la ficción,no existe vocabulario en la lengua que defina el sufrimiento de estas almas al pensar que pueden volver a fracasar y experimentar otra vez semejante pesadilla.
Quinto chasco…Dependiendo del tipo de suicidio elegido,la condición en la que se reencarne variará por el daño hecho al periespíritu que digamos es el cuerpo espiritual,el que se disparó en la sien,probablemente nacerá sordo,el ahogado sufrirá problemas respiratorios,el que tomó veneno padecerá del aparato digestivo,el que se lanzó al tren,minusvalías como perdida de algún brazo o piernas.
Sexto chasco…De nuevo en la tierra enfrentándose a los mismos problemas que le hicieron tomar la decisión de suicidarse,pero en peores condiciones,una vida todavia mas desgraciada,pero sin duda mucho mejor de la que dejó en el mundo espiritual donde los sentimientos son muchísimo mas fuertes puesto que allí no existe el tupido velo de la carne.
Recomiendo enérgicamente la lectura del libro memorias de un suicida,donde se explica de una manera elegante y acertada la propia experiencia de la escritora que en un momento dado también eligió el suicidio como solución a sus problemas.(clik en la imagen para descargar)